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Semana diez
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¡Estamos en la recta final!
Queridos estudiantes, estamos con el tema de la vivienda.
En clase trabajamos este material de Cristina Pérez - Cordón. Y como tarea debes llevar a clase una presentación comparando tu casa actual con la casa en la que vivías antes. Ya ves, hay que usar las estructuras de comparación, y también el pretérito imperfecto. Aquí puedes encontar el material de la clase, y otro documento, como referencia, preparado por Felipe, nuestro coordinador, con estructuras para comparar. Nos vemos en clase, Marlenys |
La casa tomada, de Julio Cortázar

Por cierto, aquí tienes un fragmento de La casa tomada, del escritor argentino Julio Cortázar. Este cuento forma parte del libro Bestiario.
"Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos a mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia".
Y a ti, ¿por qué te gustaba o no la casa en la que vivías de pequeño o pequeña? ¿Nos lo cuentas en clase?
"Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos a mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia".
Y a ti, ¿por qué te gustaba o no la casa en la que vivías de pequeño o pequeña? ¿Nos lo cuentas en clase?